Los dreamers se enfrentan a graves retrasos en la renovación de sus permisos de trabajo, y muchos han perdido su empleo. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) ha señalado muchas causas del retraso, entre ellas fallos técnicos, escasez de personal y el hecho de que la agencia podría estar dando prioridad a los migrantes recién llegados que solicitan asilo y a los beneficiarios del TPS. Sea cual sea la causa, los retrasos afectan negativamente a quienes se beneficiaron del programa que, el 15 de junio, cumplirá 12 años de existencia tras ser puesto en marcha por el presidente Barack Obama. DACA es el acrónimo de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, que extiende la protección contra la deportación a unos 600.000 jóvenes, y permisos de trabajo renovables cada dos años. Hablé con una persona que se ha beneficiado de DACA desde 2012. No quiso dar su nombre, pero compartió que solicitó renovar su permiso de trabajo en enero, pero la petición no ha sido procesada. Su permiso de trabajo expiró. La empresa para la que trabaja decidió esperarlo, por ahora, y le concedió un permiso personal no remunerado. Pero este joven es la roca económica de sus padres y hermanos. Perder sus ingresos ha sido devastador, teniendo en cuenta que su padre, también indocumentado, sufrió un infarto y las facturas médicas son cuantiosas. Karen Tumlin, abogada de inmigración y fundadora y directora de Justice Action Center, señaló que los beneficiarios de DACA solicitan la renovación de sus permisos de trabajo cuatro o cinco meses antes de la fecha de vencimiento. Pero las renovaciones no se han recibido en ese plazo.